La orientación en bicicleta de montaña se presenta como otra alternativa a las tradicionales carreras y rutas cicloturistas de BTT. En esta modalidad, en la que se mezcla aventura y deporte, los participantes han de tener una gran agilidad mental, pues de las decisiones que toman en cada momento depende el resultado final que obtengan. La orientación en bicicleta de montaña es un deporte en el que los ciclistas realizan un recorrido sobre un terreno no señalizado sirviéndose exclusivamente de un plano y una brújula. Los participantes han de pasar por una serie de controles preestablecidos, aunque el trazado entre control y control lo decide cada participantes, por lo que no basta con ir deprisa sobre la bicicleta, sino que también hay que tener un buen sentido de la orientación y saber interpretar los mapas, tomando las decisiones adecuadas en el menor tiempo posible. De ahí el lema de este deporte: “Primero pensar y después correr”.

El deporte de la orientación tiene un carácter muy popular, pues al haber muchas categorías distintas, lo practican desde los pro hasta familias que vienen a pasar un día de deporte y naturaleza con sus hijos. Se puede correr en individual o en categorías por parejas, e incluso equipos de hasta cinco corredores en categorías de iniciación.

Los controles se macan en el mapa con unos círculos púrpura, cuyo centro marca el lugar exacto de la baliza, a la que se puede acceder en Bicicleta, y el
recorrido a realizar para llegar a cada control lo escoge el propio corredor, guiándose del mapa y la brújula, lo que le da un carácter de aventura a la travesía en bicicleta. Una vez en el control, se certifica el paso por el mismo mediante una pinza electrónica (sportident), que puede alquilarse para la prueba o posee uno propio si se corre habitualmente.